Los años pasados han traído la energía del Dragón en el 2012 (drama, eventos impredecibles, desconocimiento, grandes cambios, caos, cierre de una etapa...) y la energía de la Serpiente en el 2013 (transformación, crecimiento, inquietud, desechar lo que ya no sirve...) años que nos dejan en una sensación un tanto vacía de significado y en una búsqueda de mayor conexión.
Nos movemos pues de esa energía, a la de generar, de forma manifiesta y poderosa: la energía del Caballo es impulsiva, pasional, intuitiva, con la capacidad de tomar las riendas para llegar a nuestro destino.
La parte que enlaza con la madera (Wood Horse) nos ofrece el florecimiento, crecimiento, dinamismo, saltos adelante.
Nuestro aprendizaje puede venir acerca de cómo manejamos nuestro poder interior, de manera apropiada, nuestra compasión en un lado emocional y la responsabilidad que poseemos hacia nosotros mismos primero, y después hacia los demás y hacia la Tierra.
Es por eso que podemos prestar atención y confiar en nuestra intuición, cómo podemos usar las lecciones aprendidas en los años anteriores para ser utilizadas en este año, de manera que podamos inspirar y acercarnos a la libertad de la autenticidad.
También podemos ayudarnos de la capacidad de Visión clara, que nos insta a descubrir lo que de verdad queremos para nuestras vidas, conocer los pasos para llegar allí y empezar el viaje hacia un sentido más amplio de lo que antes sólo soñábamos.
Las lecciones ya aprendidas son nuestras herramientas para caminar con más confianza, así como la conexión a través de nuestras comunidades y redes, el acceso a la inteligencia colectiva y apoyarnos en diálogos auténticos, reflexiones, integridad.
Dejar atrás viejas historias, guiones, equipajes pesados y arrepentimientos que nos mantienen en un viajo patrón que ya no nos es de ayuda es parte del camino.
Honra tu Esencia, ponte de pie, usa tus talentos, aprópiate de esa persona en la que te estás convirtiendo.
Fuente: Pachamama.
